Huevos crudos:
Mayonesa, salsa holandesa, salsa golf, huevos cocidos blandos, huevos fritos, cualquier tipo de tragos que contengan huevo (vaina, pisco sour), masa para queques o tortas crudas.
Pescado y Mariscos crudos:
Ceviche, ostras, choritos, machas, almejas, etc., cualquier tipo de marisco y pescado deben estar bien cocidos.
Carne cruda o término medio:
Carpaccio, tártaro, crudos, etc. Todo tipo de carnes deben estar bien cocidas, las que aún están rojas al centro son peligrosas para tu salud.
Quesos:
Brie, Camembert, Roquefort, Blue Cheese.
Miel cruda:
Es importante evitar el azúcar y los endulzantes artificiales. La miel es un excelente endulzante, pero debe ser miel procesada (centrifugada y cocida).
Pan añejo (con hongos):
debes botar el pan añejo o el pan que debido a la humedad está con moho (hongos).
Queso añejo (con hongos):
Cuando veas que el queso que tienes en el refrigerador está con hongos, debes botarlo. El queso, como el pan, deben consumirse frescos.
Comida preparada y congelada:
La comida que prepares o descongeles no debe permanecer a temperatura ambiente. Si cocinaste y te sobró comida, debes guardarla en un envase hermético inmediatamente en el congelador. Si usas comida congelada, debes descongelarla y calentarla al momento de comer.
Frutas y Verduras:
Debes evitar comer frutas con cáscara. No basta con lavarlas bien, además debes pelarlas. Evita comer frutas que estén comenzando a descomponerse, cortar la parte que está en malas condiciones no es suficiente. En cuanto a las verduras, debes lavarla con cuidado y con mucha agua, ojalá puedas escobillarla y luego dejarla remojando en agua con desinfectante. Si no tienes desinfectante, puedes agregar unas gotitas de cloro al agua o jabón antibacteriano.
Alimentos perecibles fuera del refrigerados:
No dejes alimentos perecibles fuera del refrigerador como leche, queso, huevos, carne o restos de comida a temperatura ambiente.
Tarros de conservas en mal estado:
Si tienes algún tarro de conserva que presenta algo de óxido en la lata debes botarlo. No debes guardar los restos de conserva en la misma lata, busca algún frasco (plástico o vidrio) que esté en buen estado y limpio y guarda lo que sobró bien tapado en el refrigerador.
Conservas caseras:
Generalmente las conservas que se preparan en casa no han sido sometidas a desinfección. Es conveniente que las evites.
Agua de la llave:
Es preferible que sólo consumas agua envasada, filtrada o hervida para evitar el riesgo de contraer Criptosporidium, Giardia y otros parásitos.
Mayonesa, salsa holandesa, salsa golf, huevos cocidos blandos, huevos fritos, cualquier tipo de tragos que contengan huevo (vaina, pisco sour), masa para queques o tortas crudas.
Pescado y Mariscos crudos:
Ceviche, ostras, choritos, machas, almejas, etc., cualquier tipo de marisco y pescado deben estar bien cocidos.
Carne cruda o término medio:
Carpaccio, tártaro, crudos, etc. Todo tipo de carnes deben estar bien cocidas, las que aún están rojas al centro son peligrosas para tu salud.
Quesos:
Brie, Camembert, Roquefort, Blue Cheese.
Miel cruda:
Es importante evitar el azúcar y los endulzantes artificiales. La miel es un excelente endulzante, pero debe ser miel procesada (centrifugada y cocida).
Pan añejo (con hongos):
debes botar el pan añejo o el pan que debido a la humedad está con moho (hongos).
Queso añejo (con hongos):
Cuando veas que el queso que tienes en el refrigerador está con hongos, debes botarlo. El queso, como el pan, deben consumirse frescos.
Comida preparada y congelada:
La comida que prepares o descongeles no debe permanecer a temperatura ambiente. Si cocinaste y te sobró comida, debes guardarla en un envase hermético inmediatamente en el congelador. Si usas comida congelada, debes descongelarla y calentarla al momento de comer.
Frutas y Verduras:
Debes evitar comer frutas con cáscara. No basta con lavarlas bien, además debes pelarlas. Evita comer frutas que estén comenzando a descomponerse, cortar la parte que está en malas condiciones no es suficiente. En cuanto a las verduras, debes lavarla con cuidado y con mucha agua, ojalá puedas escobillarla y luego dejarla remojando en agua con desinfectante. Si no tienes desinfectante, puedes agregar unas gotitas de cloro al agua o jabón antibacteriano.
Alimentos perecibles fuera del refrigerados:
No dejes alimentos perecibles fuera del refrigerador como leche, queso, huevos, carne o restos de comida a temperatura ambiente.
Tarros de conservas en mal estado:
Si tienes algún tarro de conserva que presenta algo de óxido en la lata debes botarlo. No debes guardar los restos de conserva en la misma lata, busca algún frasco (plástico o vidrio) que esté en buen estado y limpio y guarda lo que sobró bien tapado en el refrigerador.
Conservas caseras:
Generalmente las conservas que se preparan en casa no han sido sometidas a desinfección. Es conveniente que las evites.
Agua de la llave:
Es preferible que sólo consumas agua envasada, filtrada o hervida para evitar el riesgo de contraer Criptosporidium, Giardia y otros parásitos.
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